Las monedas de 10, 20 y 50 céntimos tienen como motivo la Puerta de Brandeburgo, símbolo de la división de Alemania y de su posterior reunificación. La perspectiva adoptada en este diseño, obra de Renhard Heinsdorff, resalta la apertura de la puerta, con el fin de poner de relieve la unificación de Alemania y Europa